Bujinkan Budo Taijutsu

Nada original se me ocurre, luego pensare algo

Cuatro dias, o serian meses?, no recuerdo, pero el encierro y la falta de ideas me estaban volviendo loco.

Desde que había decidido encerrarme en una única habitación, aquella en la que las cuatro paredes estaban cubiertas por libros no había podido dormir. La maquina de escribir era una de las pocas cosas iluminadas en esa habitación, descansando, esperando que mis tensos dedos sientan el deseo profano de tocar alguna de sus teclas y escribir lo que en mi cabeza yace.
Sin embargo ideas no tenia, todo ha sido escrito ya Borges, Asimov, Dostoyevsky, Grotek todos ladrones de los mejores temas para redactar. Ni robots ni horror, Ni magia ni amor, que queda para pequeños escritores de cuentos?. Sentir que en cualquier momento podría estar plagiando una obra para niños me quitaba el sueño, 6 días de insomnio van, y yo juraría que fueron meses.
Todo lo que alguna vez fue escrito me miraba desde las paredes y rumoreaba a mis espaldas, ¡Lo juro!, ¡Los he oído!.
La infinita biblioteca de la habitación de 4x7 en el que residía, albergaba todos los libros alguna vez escritos, en este momento eran mi calvario, envidiaba su contenido, maldecía a sus autores. Cuando un as de luz iluminaba mi cabeza corría hacia la maquina de escribir, pero los libros rumoreaban, ¡o si!, rumoreaban, ellos sabían lo que escribiría, alguno de ellos ya lo tenia, y yo asustado volvía a la soledad de la oscuridad, esperaba en un rincón verlos hablar, oculto, en silencio, pero al parecer solo lo hacían cuando la espalda yo les daba.
El insomnio siguió durando, y duraría hasta que al menos escribiera una pagina original, ¡Pero esos malditos autores!, todo lo tenían que haber dicho, Ni suicidios ni justicia, Ni pobreza ni industria, ya todo estaba escrito, ya nunca dormiría.
Coincido conmigo mismo al decir que el primer año de insomnio fue rutinario, con mis largos cabellos conseguí hacer una soga, que solo momentos mas tarde sabría para que usar. Nunca salí del cuarto, nunca deje los libros solos, temía lo que digieran de mi, ya no eran solo palabras en papel, eran poderosos, sabían lo que hacían y creo que "La Biblia" era su líder, estaba perdido en la infinita biblioteca de la habitación de 15x23, ciertamente la oscuridad no había ayudado los primeros 5 meses, pero ahora no era mas que la callada amiga.
Por mi mente una idea cruzo, ¿debería?, recuerdo que cuando yo niño era un cuento mi madre me leía, ¿podría plagiarlo?, podría terminar con este sufrimiento, que sabrían los libros, solo yo conocía esa pequeña obra literaria, solo a mi me la había leído mi madre, cuando recorrí la infinita biblioteca de la habitación de 35x56 buscando la maquina de escribir se asomo, no lo podía verlo pero lo sabia, En su soberbio titulo "La Caperucita Roja" mi miraba desde alguna estantería, ¿pero como?, mi madre me la a leído a mi, solo a mi, maldita ella, me ha traicionado al dejarlo en alguna repisa de la infinita biblioteca de la habitación de 42x74. Y yo que no llore en su funeral.
Recuerdo haberme subido a la maquina de escribir, y haber atado una infinita soga al infinito techo de la infinita biblioteca de la habitación de 59x87 y haber acabado con mi pequeño infierno.
Espero que mi suicidio inspire a otros a escribir.

yo, el peor de todos

    Odio la realidad, pero es en el único sitio donde se puede comer un buen filete.

    ¡¡Click Aca!!

    Mi Psiquiatra dice que ya no podemos seguir siendo amigos

my wants

  • Touch me Baby!
  • Cant you see that I am not afraid?
  • What was that promise that you made?

hasta aca llegas